Ante circunstancias extremas, sumado a la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad ciudadana, está claro que se requieren medidas extremas.
Por ello, en India, tres estudiantes de ingeniería de la Universidad SRM de Chennai: Manisha Mohan, Rimpi Tripathi y Neeladri Basu Pal, han desarrollado el prototipo de una pieza de ropa interior para mujeres, al que han denominado SHE (Society Harnessing Equipment) que en español sería algo así como "Equipo para Controlar a la Sociedad".
Se trata de ropa interior, que en caso de un intento de violación activa simultáneamente tres mecanismos de defensa:
El primero es una descarga eléctrica de 3,8 MegaVoltios. Esta descarga es una de las más altas en los paralizadores actuales contra atacantes. (Como referencia podríamos indicar que el sistema eléctrico de un automóvil emplea sólo 12 voltios; y que un rayo al caer a tierra genera 100 MegaVoltios). La descarga eléctrica puede desencadenarse hasta 82 veces durante la vida útil de la prenda, y se espera que sirva para que las mujeres en India puedan librarse de situaciones de peligro inminente.
El segundo activa un dispositivo GPS que revela la ubicación en la que ocurre el ataque.
Y el tercero envía mensajes de texto inmediatos de alerta a la policía, y también a los teléfonos móviles de los padres de la víctima, o de aquellos móviles que la dueña de la prenda haya registrado previamente.
Según indicaron los creadores, el prototipo ya está en desarrollo, y se espera su lanzamiento comercial en el transcurso del presente mes de Abril. No obstante, existen aún algunos aspectos por afinar, como el hecho que los cables del circuito dentro de la prenda no sean a prueba de lavados, y que el sistema de descarga no distinga entre la presión ejercida por un atacante, o aquella de un abrazo afectivo dado por un familiar o amigo.
Si bien en algunas partes del mundo ésta prenda sería considerada un exceso, hay que tener en cuenta que en India las violaciones a mujeres últimamente están cobrando mayor nivel, no sólo por parte de atacantes individuales, sino también por atacantes en grupo.
Cabe también mencionar que en las últimas semanas la indignación de la población y las protestas en India frente a recientes violaciones grupales a mujeres de toda edad (incluyendo un caso de una turista suiza, y otro de una niña de 7 años), llegaron a un nivel tan alto, que el gobierno de la India se vió obligado a emitir, el miércoles último, una norma que haga más severas las sanciones por delitos de violación, acoso, y voyeurismo. Para más datos sobre la norma, visita DNA India. 
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